martes, 26 de julio de 2016

La URSS, hermano mayor de la Revolución Cubana

En julio de 1960, después de que un grupo de revolucionarios barbudos expulsara del poder al dictador Fulgencio Batista, el imperialismo norteamericano empezaba a temblar ante la posibilidad de tener a escasos kilómetros a un país socialista. Fidel Castro y la Revolución nacionalizaban empresas petroleras estadounidense, pues la riqueza del suelo cubano era del pueblo cubano. Los millonarios estadounidenses entraban en cólera y clamaban venganza contra el derecho de Cuba a gestionar sus propios recursos. Nacía así lo que se conoce como "el bloqueo" de EEUU a Cuba, prohibiendo el gobierno norteamericano a sus ciudadanos importar azúcar cubano (principal exportación del país caribeño)

Pero Cuba no estaba sola, la Unión Soviética sería ese hermano mayor que defendía al pequeño frente a los matones. En el mismo momento en que se producen las primeras represalias hacia Cuba, el Presidente Soviético, Jruschov, hace saber que la URSS compraría todo el azúcar cubano que EEUU venía comprando hasta ahora. Sin conformarse con este reto hacia EEUU, Jruschov amenazaba recordando que a partir de ese momento EEUU estaba al alcance de los proyectiles soviéticos, los cuales serían usados en caso de que se invadiera territorio cubano. Quizás este tipo de advertencias disuadió a EEUU de una invasión a Cuba, teniendo que "subcontratar" de manera no oficial a los mal equipados invasores de Playa Girón.
Tras la invasión de Playa Girón, de la que oficialmente EEUU renegó, se declaraba el carácter socialista de la Revolución Cubana. La URSS instalaría misiles balísticos en Cuba para defender su independencia, pero EEUU los descubrió antes de estar operativos, generándose una situación en la que se podía acabar en un conflicto de proporciones nunca antes vista. La URSS tuvo que desinstalar los misiles para priorizar el mantenimiento de la paz. No lo hizo gratis, a cambio EEUU también tuvo que retirar misiles en otros puntos del mundo.

Para compensar a Cuba por la retirada de misiles, la URSS aumentó considerablemente los suministros de armas convencionales, para que el pequeño país pudiera ser defendido y para disuadir a EEUU de cualquier intento de repetir lo de Playa Girón.
Cuando EEUU chantajeaba a Cuba con levantar el bloqueo si se rompían los lazos militares con la URSS, Fidel Castro declaraba: "Jamás romperemos nuestros lazos políticos con la Unión Soviética o incluso lo que ellos llaman lazos militares; ¡Por el contrario! En lo que a nosotros respecta, estaremos siempre dispuestos a acrecentar los lazos militares con la Unión Soviética". Submarinos nucleares soviéticos patrullaban las aguas soviéticas a petición de las autoridades cubanas, era un seguro de vida para la paz en Cuba.

Mientras la URSS ayudaba militar y económicamente a Cuba, ésta iba poniendo los cimientos para una independencia comercial y militar. La URSS aceptaba ésta estrategia de desarrollo propio sin dejar de administrar ayuda mientras se conseguía. La URSS compraba a Cuba el azúcar a un precio superior al del mercado mundial, dotaba de armamento de forma gratuita, abastecía de petróleo, permitía demoras importantes en el pago de deuda etc. Esta amistad de la URSS, hizo que Cuba pudiera destinar grandes cantidades de dinero a su desarrollo económico en otros sectores, tales como la educación y la sanidad.
El comercio exterior cubano era mayoritariamente con la URSS y el campo socialista, aproximadamente un 85% en 1990. La caída y desintegración de la URSS y del socialismo dejaba a Cuba en una situación dramática. Comenzaba "el periodo especial" después de que la producción nacional cubana cayera más de un tercio. Pero con sacrificio y con tenacidad Cuba ganó el pulso a la historia. El hermano mayor ya no estaba para defenderla de matones, pero ya había aprendido a valerse y hacerse valer por sí misma. Hoy Cuba y su Revolución siguen resistiendo. ¡Feliz 26 de julio!


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lunes, 18 de julio de 2016

La estremecedora solidaridad soviética hacia España


Los soviéticos seguían con gran atención las luchas y batallas de clases de los países capitalistas, la lucha de los trabajadores contra la reacción y el fascismo, sintiéndose consternado por sus reveses y alegrándose de sus éxitos. Moscú pasó a ser la segunda patria para los perseguidos por las camisas negras en Italia o por los nazis en Alemania. Ya en 1934 tras la represión a la huelga de Asturias contra los mineros, una ola de solidaridad se extendió por todo el país soviético. Las obreras textiles de la fábrica moscovita "Triojgórnaya" acordaron destinar medio jornal al Fondo de Ayuda a los mineros asturianos. Este ejemplo sirvió de inspiración en otros centros de trabajo llegándose a recaudar 3 millones de pesetas para las víctimas del terror fascista. Numerosos participantes en la Revolución de Asturias encontraron asilo en la URSS.

En febrero de 1936 ganaba en España el Frente Popular, y los asturianos emigrados regresaban a España no sin antes dar las gracias al pueblo soviético por haber hecho más llevadera la amargura de la emigración. Pero no habían pasado más de seis meses cuando las fuerzas reaccionarias de España lanzaron un reto armado a la República. El golpe de Estado fascista fue con la connivencia de la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler. En la URSS surgió una aireada protesta y se seguía con atención la evolución de los acontecimientos en España. 
El 2 de agosto se celebraron en numerosas empresas mítines de solidaridad y apoyo al pueblo español. "Enviamos un saludo fraternal a los trabajadores de España, que luchan heroicamente bajo la dirección del gobierno por la libertad, por la República democrática, contra el fascismo, contra los sublevados, contra los traidores a la Patria ¡Muera el fascismo!, ¡Viva la victoria del pueblo español!" se decía en la fábrica electromecánica "Ordzhonikidze". Al día siguiente la Plaza Roja de Moscú y calles adyacentes se llenaron de manifestantes. Portaban carteles que decían "La causa del pueblo español es nuestra propia causa" o "solidaridad con el pueblo español". Abrió el mitin Nikolai Shvernik, Secretario del Consejo Central de los Sindicatos de la URSS, hablo también un portavoz de cada fábrica y algún intelectual. 120.000 personas abarrotaban la manifestación moscovita exhortando a todos los trabajadores soviéticos a contribuir económicamente a la causa republicana. Mientras tanto, otras 100.000 personas en Leningrado se manifestaban con idéntico propósito, y en Rostov, Dniepropetrovsk, Kiev, Novosibirsk, Omsk, Ivanovo, Odessa... En todas partes se recaudó dinero para los combatientes antifascistas de España.
100.000 personas en Leningrado se manifestaban en solidaridad con la República Española
Los soviéticos seguían con atención los partes de España. El poeta Nikolai Tijonov escribía en Leningradskaya Pravda: "Cada día comienza con un pensamiento: ¿qué hay de nuevo en España? En estos días difíciles seguimos con gran cariño la lucha de los héroes que pelean por una humanidad nueva y les deseamos una victoria rápida y completa". El hambre de los niños españoles conmovía a todos los padres soviéticos que hacían donaciones desde los confines más despoblados de la URSS. El 6 de agosto se había recaudado ya 12 millones de rublos, que en octubre alcanzarían los 47 millones. El 18 de Septiembre de 1936 zarpó de Odessa el primer barco con ayuda soviética. Mantequilla, Azúcar, harina, latas de conserva, ropa y otros productos básicos llegaban a España en barcos soviéticos.
La leyenda contiene una cita de Pasionaria "mejor viuda de héroe que mujer de cobarde"
Así se iniciaba la solidaridad soviética hacia el pueblo español en armas contra el fascismo. Después vendrían los encuentros entre artistas e intelectuales, la formación de Brigadas Internacionales, la adopción de niños españoles, la acogida a los refugiados españoles que huyeron del fascismo tras la derrota militar de la República. Que sea eterno el agradecimiento a la URSS de quienes recordamos lo que pasó aquellos años.
Soviéticos dando la bienvenida a refugiados soviéticos

Niños españoles acogidos en la URSS en 1937
 

domingo, 10 de julio de 2016

1960, la Selección Soviética campeona de la primera Eurocopa


La primera Eurocopa que se celebró era muy distinta a la Euro 2016, aunque el espíritu de la competición era exactamente el mismo. La primera Eurocopa de fútbol se celebró en 1960, en la cual participaron 16 selecciones nacionales de fútbol. El torneo consistía en una serie de partidos a dos vueltas con carácter eliminatorio, en el que el vencedor pasaba a la siguiente ronda. La fase final, que sólo encuadraría a 4 equipos, se celebró en Francia en julio de 1960. Era la primera vez que se producía este evento al que hoy estamos acostumbrados a ver cada 4 años en el continente europeo.

El partido inaugural se celebró en el Estadio Lenin de Moscú, en donde se enfrentaban las selecciones de Hungría y la URSS. El resultado fue un 3-1 favorable al combinado soviético. Así, la URSS no sólo fue pionera en la celebración del primer partido de Eurocopa, también fue la primera selección en ganar un partido oficial de Eurocopa y el primer gol de la historia de la Eurocopa anotado por Anatoly Ilín.

En el Partido de vuelta se disputaría en Budapest, en dónde la URSS solventaba el partido y la eliminatoria con un 1-0. De esta manera La Unión Soviética se clasificaba para los cuartos de final. En la siguiente ronda, lo tendrían aún mucho más fácil. Les tocaba contra España, que venía de eliminar a Polonia. La ida de los cuartos de final correspondería jugarse el 22 de mayo de 1960 en el Estadio Santiago Bernabeu. Pero Francisco Franco ordenó rendirse a la selección española de Gento, Kubala, Di Stefano o Luís Suárez. La más mínima posibilidad de caer derrotados ante la URSS daba escalofríos a los políticos fascistas españoles. Cinco días antes del encuentro el Consejo de Ministros de España declaraba "La Federación Española de Fútbol ha comunicado a la FIFA que quedan suspendidos los encuentros de fútbol entre las selecciones nacionales de España y de la URSS para la Copa de Europa de Naciones". El periódico soviético Pravda, contestaba: "el régimen fascista español tenía miedo al equipo del proletariado soviético". Así de sencilla fue la clasificación soviética a las semifinales que deberían disputarse en Francia.

Las cuatro selecciones que se clasificaban para la fase final eran la URSS, Checoslovaquia, Francia y Yugoslavia. El 6 de julio se celebraron las semifinales que enfrentaban a la URSS-Checoslovaquia y Francia-Yugoslavia, siendo los resultados respectivos 3-0 y 4-5. El partido de la URSS frente a la selección checoslovaca se disputó en Marsella.  - Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/deportes/2012-03-09/cuando-franco-impidio-que-espana-ganara-la-primera-eurocopa-1276452472 - Checoslovaquia contaba con diamantes en bruto como Ladislav Novák o Ján Popluhár y también con el rápido y habilidoso Josef Masopust. Los primeros minutos del partido fueron duros y con un fútbol muy igualado. En el minuto 36 Valentín Ivanov se iba de dos jugadores antes de abrir el marcador para los soviéticos. En el 56 el mismo Valentín Ivanov anotaría el segundo gol y en el 66, Viktor Ponedelnik haría el definitivo 3-0. En el 67 un jugador checoslovaco fallaba un penalti ante la portería de la leyenda Lev Yashin.
La gran final se disputó en París el 10 de julio de 1960. Enfrentaba a la Selección Soviética frente a la Selección Yugoslava, de los cuales saldría el primer vencedor la Eurocopa. En la primera parte, el dominio y las ocasiones fueron para los yugoslavos, que de no ser por las paradas de Lev Yashin podrían haber sentenciado la eliminatoria en la primera parte. Aun así, en el minuto 43, los yugoslavos consiguieron enviar el balón a la red de la portería de Lev Yashín. Era lo que se llama un gol psicológico, justo antes de meterse en el vestuario al descanso. 

En la segunda parte, Slava Metreveli igualaba la contienda con un disparo lejano en el minuto 49. El empuje yugoslavo amenazaba la portería soviética, especialmente desde disparos lejanos. Lev Yashin dio un recital de paradas, transmitiendo e inspirando seguridad a todos sus compañeros. Se acababa el tiempo reglamentario con el 1-1 en el marcador. En el segundo tiempo de la prórroga, Viktor Ponedelnik anotaba el gol de la victoria a 7 minutos del final de la prórroga, evitando así los penaltis.

París veía al combinado soviético hacerse campeón de Europa. La URSS, inscribía con letras de oro sus siglas en la historia de la Eurocopa.
 "el régimen fascista español tenía miedo al equipo del proletariado soviético"